La
malicia, tan comentada por los capoeiristas, es una de las cualidades del buen
jugador. La malicia es usada en el Juego, y en la vida real.
Vamos a ver un ejemplo simple y objetivo:
“Digamos que A1 tiene malicia. A1 observa a B1, que está jugando con otros. A1 presta atención a los golpes que más usa B1: si él es bueno en dar quedas; cuales son los puntos débiles de los movimientos de B1, en pie y en el suelo; cuales son las manías que B1 repite constantemente; cuando es que ejecuta floreos acrobáticos y queda "abierto" en esos momentos, etc. A partir de esta observación, cuando A1 vaya a jugar con B1 el va a llevar ventaja y va a utilizar los puntos fuertes y débiles que observó en B1. Por ejemplo: A1 va a abrir (falsamente) su guardia para el golpe preferido de B1 (y es casi seguro que B1 lo va a atacar). Cuando el ataque venga, A1 ya estará esperando, y el contragolpe ya estará preparado. Si A1 va a contraatacar o derribar, o si apenas va a "mostrar" el contraataque (o queda) sin finalizar, va a depender de su personalidad (y del tipo de juego, si era jugando o juego duro)”.
Pero de una manera más completa y más compleja, envolviendo no solo el juego en la roda, sino también el juego de la vida, podríamos decir que la malicia está constituida de dos aspectos:
1.- El conocimiento de la naturaleza humana -en especial el lado oscuro-, que viene con el pasar del tiempo, a medida que vamos jugando con amigos y desconocidos en diferentes rodas. Y también al observar los "juegos" entre las personas en el día a día. Este conocimiento viene para todos y es consecuencia directa de la práctica del Juego.
2.- El buen humor y la sonrisa: una ironía leve y saludable. Una comprensión que permite al capoeirista ver los lados más oscuros del ser humano y de la sociedad sin perder la alegría de vivir, sin tornarse un ser frío o cínico. El buen humor no viene automáticamente, tiene que ser cultivado. Una de las maneras de hacer esto es a través de la convivencia con Mestres y capoeiristas que poseen esta cualidad. Quien solo tiene el conocimiento de la naturaleza humana, pero no desarrollo el buen humor, se perdió por el camino: puede saber jugar Capoeira muy bien, pero no es un Capoeira - no sabe divertirse.
El
divertirse es algo básico y esencial en la manera de un buen capoeirista. La
malicia adquirida en el juego, proporciona el entendimiento inmediato e
intuitivo de la personalidad y motivaciones de otra persona.
El
capoeirista ve al otro a través de como este otro se mueve, por su postura,
tono de voz etc. - y claro - por las acciones del otro en la vida diaria,
independiente del discurso de aquella persona.
En la
roda, el capoeirista prevé los rumbos que el juego del otro va a tomar, y arma
su estrategia en función de este conocimiento. En la vida, la misma cosa. Pero
sino hace esto con comprensión y tolerancia, alegría y buen humor, el no es
capoeirista, y no vive la vida de la manera como la Capoeira sugiere y enseña.
"Fingir
es ciertamente una parte esencial de la malicia, y esto gira en torno de las
reglas sociales. El Capoeira toma ventaja de la víctima que sigue las reglas de
cómo "se debe" actuar."
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